miércoles, 25 de mayo de 2016

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GRACIAS POR TRABAJAR UN SEMESTRE MAS 


Negociación Internacional

Negociación Internacional
Ciclo Escolar Primavera 2016





Tercer Parcial 3.8 AUDITORIA PREVENTIVA EN MATERIA DE COMERCIO EXTERIOR

3.8 AUDITORIA PREVENTIVA EN MATERIA DE COMERCIO EXTERIOR


Una Auditoria Preventiva de Comercio Exterior es un conjunto de medidas y procesos sistemáticos, que consiste en obtener y evaluar  objetivamente,   todas aquellas operaciones y procedimientos llevados a cabo por una empresa en  materia de comercio exterior con el fin de verificar la optimización de recursos, así como también generar alertas tempranas tendientes a minimizar costos por mal funcionamiento.

La auditoría preventiva  permite identificar los vicios de procedimientos de las operaciones de importación  y de exportación, así como posibles irregularidades, con el objetivo de poder cuantificar las posibles infracciones y errores que se deben de solventar, ante la posibilidad de que se presente alguna auditoria por parte de las autoridades competentes, y con esto evitar el pago de multas.

Principales aspectos de revisión en materia de comercio exterior:

  • Metodología
  • Evolución del departamento de tráfico, así como del personal que lo compone y cada uno de sus procesos y sistemas que se llevan a cabo.
  • Revisión de las operaciones contra la glosa del SAT.
  • Documentación necesaria que deben contener los expedientes de importación y exportación
  • Pedimentos de importación y exportación
  • Revisión de manifestaciones de Valor
  • Calculo, determinación y pago de impuestos al comercio exterior
  • Carta de encomienda
  • Acciones preventivas
  • Acciones correctivas
  • Correcto cumplimiento  de la ley aduanera y  reglas del comercio.
  • Programas ya sea IMMEX, ALTEX, ECEX, ETC.

Tipos de auditoria


Interna: Realizada por el departamento de tráfico o auditoria, la cual funciona como herramienta de medición  de la eficacia y eficiencia  del departamento
Externa: La realizan auditores ajenos a la organización, son realizadas con intereses específicos y miden la funcionalidad  de las actividades del departamento

Beneficios de las auditorias preventivas:

  1. Recuperación y/o  compensación  de impuestos por aplicación incorrecta  de clasificación  de mercancías y aranceles.
  2. Aplicación exacta de los tratados de libre comercio, aprovechando los beneficios arancelarios
  3. Seguridad jurídica en las operaciones de comercio exterior
  4. Oportuna corrección de errores cometidos durante el procedimiento aduanal, contable      y presentación de declaraciones

Es muy importante considerar en realizar auditorías ya que nos arrojan la suficiente información para desarrollar una buena estructura en la organización y el tener el control adecuado, que permita facilitar la administración de la información tanto física y electrónica. Y por consecuente poder contestar en tiempo y forma requerimientos, en caso de alguna auditoria de gabinete o visita.

Tercer Parcial 3.7 ORGANISMOS DEL SECTOR PRIVADO

3.7 ORGANISMOS DEL SECTOR PRIVADO

  • Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana
  • Consejo Empresarial Mexicano para Asuntos Internacionales (CEMAI


Tercer Parcial 3.6 ORGANISMOS PÚBLICOS DESCENTRALIZADOS

3.6 ORGANISMOS PÚBLICOS DESCENTRALIZADOS


ORGANISMOS PÚBLICOS DESCENTRALIZADOS

  • Banco Nacional de Comercio Exterior Nacional Financiera (NAFIN)
  • PROMEXICO
  • Banco de México

Tercer Parcial 3.5 ORGANISMOS PÚBLICOS CENTRALIZADOS

3.5 ORGANISMOS PÚBLICOS CENTRALIZADOS


ORGANISMOS PUBLICOS CENTRALIZADOS

  • SECOFI
  • SHCP
  • Secretaría de Salud
  • Secretaría de Comunicaciones y Transporte
  • Secretaría de Agricultura, Ganaderia y Desarrollo Rural
  • Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales Y Pesca
  • Secretaría de Relaciones Exteriores

Tercer Parcial 3.4 EN LA ACTUALIDAD

3.4 EN LA ACTUALIDAD

Se hicieron algunas modificaciones, principalmente en el manejo, almacenaje y custodia de mercancías de comercio exterior; el ingreso o extracción de mercancías por vía postal; el reconocimiento aduanero de mercancías; la valoración aduanera; la garantía de contribuciones para el régimen de tránsito de mercancías, los procedimientos administrativos y las infracciones aduaneras, entre otras.

Ante la apertura del comercio exterior emprendida en la década pasada, se pretende prestar el servicio aduanero donde la demanda comercial lo requiera, para lo cual se establece contacto con las cámaras industriales, para conocer las necesidades de importación y exportación de la planta productiva. Con el fin de facilitar la operación mediante métodos de control, se instrumentó el Sistema Automatizado Aduanero Integral (SAAI), así como el Sistema de Selección Automatizado en los reconocimientos, lo que conocemos como semáforo fiscal. Se delegó la responsabilidad de clasificar, determinar el valor en aduana y el origen de las mercancías a los agentes aduanales, quedando a cargo de la autoridad sólo la facultad de verificación del cumplimiento de esta obligación, así se redujo la discrecionalidad de los empleados en la aduana.
La instalación de equipo de alta tecnología ha perneado todas las áreas y procedimientos que se realizan, de tal forma que la red informática se actualiza en forma permanente y puede utilizarse en el ámbito nacional con reportes automatizados del quehacer aduanero. Por otra parte, los sistemas de control (videos, aforos y rayos X) son continuamente renovados.

En cuanto a la facilitación en salas internacionales de pasajeros, se sustituyó el semáforo fiscal por un mecanismo que automáticamente determina si procede o no la revisión del equipaje, mejorando la detección de mercancías no declaradas. Con el rediseñamiento del área de aduanas se está agilizando la revisión de los flujos de pasajeros.

Tercer Parcial 3.3 EN MÉXICO

3.3 EN MÉXICO


La historia del Comercio Exterior en México, no inicia con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, es más antigua. Se remonta a la época de la Colonia Española, cuando México se convirtió en proveedor de materias primas de la metrópoli y limitó su desarrollo productivo, social y económico
Fue una época de explotación bárbara basada en el sometimiento de la población indígena, principalmente a través de la explotación de la mano de obra en las minas de metales preciosos.
La corona española monopolizó el comercio, prohibió inclusive que éste se realizara con otros países, propiciando un comercio cerrado al embargar barcos extranjeros que llegaban a los puertos mexicanos. Los comerciantes españoles se regían mediante principios mercantiles y sólo se permitía realizar el comercio en el puerto de Veracruz.
El proceso de la acumulación originaria de capital en Inglaterra propició el surgimiento del capitalismo mercantil industrial que posteriormente repercutiría en nuestro país.

La Revolución Industrial del siglo XVIII, la aparición de múltiples inventos, el desarrollo científico y tecnológico, así como la lucha entre la naciente burguesía industrial y los partidarios del mercantilismo, son solamente algunos de los factores que dieron inicio al librecambismo


Tercer Parcial 3.2 EN EL IMPERIO ROMANO


3.2 EN EL IMPERIO ROMANO


El comercio romano fue el motor que condujo a la economía de finales de la República y principios del Imperio. Modas y tendencias de la historiografía y cultura popular han tendido a no ocuparse de la base económica del imperio en favor de lingua franca que fue el latín y las hazañas de las legiones. Tanto la lengua como las legiones fueron apoyadas por el comercio, siendo al mismo tiempo parte de su espina dorsal. Los romanos eran hombres de negocios y la longevidad de su imperio se debió a su comercio.
Aunque en teoría los miembros del Senado y sus familias tenían prohibido dedicarse al comercio, los miembros de la orden ecuestre sí lo ejercierón, a pesar de sus aristocráticos valores que hacían énfasis en pasatiempos militares y actividades recreativos. Los plebeyos y libres tenían tiendas o atendían puestos en los mercados mientras grandes cantidades de esclavos hacían casi todo el trabajo duro. Los propios esclavos eran además objeto de transacciones comerciales, y dada su alta proporción en la sociedad (comparada con la Grecia Antigua) y la realidad de las fugas, las guerras serviles y las sublevaciones menores, dieron un toque distintivo al comercio romano.
La intrincada, compleja y extensa contabilidad del comercio romano fue efectuada con la ayuda de tableros contables y ábacos romanos. Éstos, que usaban números romanos, estaban especialmente ideados para las cuentas en monedas y unidades romanas.

El Forum cuppedinis de la antigua Roma era un mercado que ofreció a mercancías generales mientras que al menos cuatro otros grandes mercados se especializaban en mercancías particulares como el ganado, el vino, el pescado y las verduras, y el Foro Romano atraía el grueso del tráfico. Todas las nuevas ciudades, como Timgad, fueron ordenadas según un plano ortogonal que facilitaba el transporte y el comercio. Las ciudades fueron conectadas entre sí por buenas calzadas. Los ríos navegables fueron utilizados extensivamente y algunos canales fueron cavados pero ni unos ni otros dejaron restos arqueológicos tan claros como los caminos y por tanto suelen ser subestimados. Un mecanismo importante para la expansión del comercio era la paz. Todos los asentamientos, especialmente los más pequeños, podían localizarse en lugares económicamente racionales. Antes y después del Imperio, las posiciones defensivas en cimas de montes fueron preferidas para los asentamientos pequeños, pues la piratería hizo el establecimiento costero particularmente peligroso para todos, salvo las ciudades más grandes del imperio.

Para el siglo I, las provincias del Imperio Romano negociaban los enormes volúmenes de mercancías entre ellas por rutas marítimas. Había una mayor tendencia hacia la especialización, particularmente en la fabricación, la agricultura y la explotación minera, especializándose algunas provincias en producir ciertos tipos de mercancías, tales como grano en Egipto y África del Norte y vino y aceite de oliva en Italia, Hispania y Grecia.

Nuestro conocimiento de la economía romana es extremadamente desigual. El grueso de la mercancía negociada, al ser agrícola, no dejó ningún resto arqueológico directo. El comercio de vino, aceite de oliva y garum (salsa de pescado fermentado) dejó excepcionales algún ánfora. Pero no podemos hacer una sola referencia al comercio entre Siria a Roma del dulce o mermelada de membrillo.

Tercer Parcial 3.1 EN LA ANTIGÜEDAD




ANTECEDENTES DE LAS CONTRIBUCIONES AL COMERCIO EXTERIOR

3.1 EN LA ANTIGÜEDAD


En la época prehispánica existía una intensa actividad comercial entre los pueblos mesoamericanos; tenían, además del trueque, sistemas de valor y medida que se empleaban para el intercambio de mercancías. Tal y como ahora utilizamos billetes, monedas y cheques, entonces se usaban pequeños carrizos rellenos de polvo de oro, plumas de aves preciosas y semillas de una cierta especie de cacao, los cuales eran reconocidos y aceptados en toda Mesoamérica. Los tianguis o plazas de mercadeo estaban sujetos a reglamentos estrictos, cuyo cumplimiento era vigilado por inspectores especiales. Las culturas dominantes, como la mexica, exigían a los pueblos sojuzgados el pago de tributos e imponían una organización del comercio a grandes distancias, organización que resultó vital para la sociedad precortesana.
El comerciante que recorría largas distancias era llamado entre los mexicas “Pochteca”, él era quien intercambiaba los productos de la región con los de otros pueblos situados más allá de las fronteras del Estado mexica. Así, en México Tenochtitlan podían adquirirse pescados y mariscos frescos de la zona del Golfo o textiles y plumajes del área del Petén. El esplendor del mercado de Tlatelolco, por ejemplo, fue registrado en las crónicas de los conquistadores hispanos, como Bernal Díaz del Castillo.
Del año 1500 a 1600
La formalización del comercio de España con sus colonias comenzó con la expedición de las reales cédulas de 1509, 1514, 1531 y 1535, que legitimaban el monopolio mercantil de ésta con los territorios recientemente conquistados. Para tal efecto, se instalaron en Nueva España las Casas de Contratación, instituciones creadas desde 1503 con el propósito de controlar y fiscalizar el comercio y la navegación entre España y las Indias. En 1551, en Veracruz, se inició la edificación de las primeras instalaciones portuarias.
El comercio con Oriente se inició en la segunda mitad del siglo XVI, cuando se instituyó la ruta mercantil entre Acapulco y Manila. Cabe recordar que, las islas Filipinas formaban parte también del Virreinato de la Nueva España. En 1593, Felipe II, por medio de una Cédula Real, ordenó restringir el volumen de la carga comercial para limitar las mercancías no filipinas, los llamados “productos de la China”, procurando así evitar daños al comercio español. Dado que en el puerto de Manila no se efectuaba ningún control de los embarques, la revisión aduanal se realizaba en Acapulco.
En el Virreinato de la Nueva España se estableció el llamado derecho de almojarifazgo (impuesto a la importación). La relevancia de este tributo fue de tal magnitud que la corona española dictó sobre la materia numerosas cédulas reales, decretos y ordenanzas, desde 1532 a 1817, mismas que regulaban la entrada y salida de mercancías; incluso ya se habla de franquicias diplomáticas por la introducción de mercancías.

Del año 1600 a 1700

Debido a los constantes ataques de los barcos piratas ingleses y franceses a los puertos de Veracruz, Acapulco y Campeche, en 1597 se dispuso que los oficiales a cargo de la Casa de Contratación se trasladaran a la Banda de Buitrón, lugar situado frente a San Juan de Ulúa, hecho que permitió que en 1601, por órdenes de Felipe II, se instalara la aduana en tierra firme. En 1647, el rey Felipe IV vio la necesidad de que la ciudad contara con una aduana cerrada donde fueran captados todos los productos que entraban al puerto.

Del año 1700 a 1800

En el puerto de Acapulco, el tráfico comercial se llevaba a cabo mediante esporádicas ordenanzas y cédulas reales; en 1702 se elaboró el primer reglamento para el tráfico comercial entre Filipinas y la Nueva España.
El virrey Casafuerte expidió en 1728 una cédula a fin de que ninguna de las mercancías que ingresaban al puerto de Veracruz pudiera bajarse a tierra sin el consentimiento del oficial de justicia o regidor. La pena por incumplimiento era el decomiso de los productos.
El establecimiento de la Real Aduana del puerto de Acapulco se verificó alrededor del año 1776.
En 1795 fue constituido el Consulado de Comerciantes de Veracruz, primera asociación gremial de este ramo, cuyos miembros contribuyeron a realizar mejoras al puerto y a la ciudad.

Del año 1800 a 1900

El primer documento legal del México independiente fue el Arancel General Interno para los Gobiernos de las Aduanas Marítimas en el Comercio Libre del Imperio, publicado el 15 de diciembre de 1821. En este documento se designaron los puertos habilitados para el comercio, se especificó el trabajo que debían realizar los administradores de las aduanas, los resguardos y los vistas; además se plantearon las bases para la operación del arancel, estableciendo que los géneros, las mercancías de importación prohibida y las libres de gravamen quedaban a criterio de los administradores de las aduanas.
En 1821, la Sección de Aduanas se encontraba adscrita a la Secretaría de Estado y del Despacho de Hacienda.
En el año de 1831, México firmó un tratado de amistad con los Estados Unidos, uno de sus primeros convenios en materia de comercio internacional.
Por disposición presidencial se creó la Aduana de México en 1884 y se instaló el 8 de mayo en el antiguo edificio de la Casa de Contratación y de la Real Aduana en la plaza de Santo Domingo.

El 1 de marzo de 1887 se expidió una nueva Ordenanza General de Aduanas Marítimas y Fronterizas con dos anexos: en el primero apareció en forma separada la tarifa general; el segundo contenía la aplicación de la tarifa.